Calmar el tráfico

Según la DGT en estos momentos estamos viviendo una auténtica revolución, con muchas ciudades españolas trabajando mucho y muy bien. Saben que su futuro se juega en el terreno de su movilidad. Aquellas que no sepan resolverlo quedarán atrapadas en la congestión, el ruido, la contaminación y, por supuesto, la accidentalidad. En este punto, las estadísticas son muy preocupantes: más del 60% de los accidentes de tráfico y cerca del 30% de los fallecidos se registran en el ámbito urbano.

Por ello la DGT, tiene preparados cambios normativos que serán marcos de referencia, cuyo principal objetivo es convertir las calles en espacios de convivencia, calmar el tráfico, reducir la accidentalidad, el ruido ambiental y mejorar la movilidad, como factores clave dentro de una política vial más humana. Se recupera la ley 80/20, que dice que el 20% de las calles de una ciudad llevan el 80% del tráfico, y que el 80% restante solo soportan el 20%.

Por eso hay que blindar ese 20% imprescindible para garantizar la entrada y salida de la ciudad de los vehículos y la conectividad entre los grandes nudos, y calmar el tráfico en ese 80% restante, mediante la reducción de la velocidad a 30 km/hora en las calles de un único carril. Mejorará la convivencia y se reducirá la siniestralidad ya que es incuestionable que la velocidad está detrás de los accidentes.

También ordenar la distribución de mercancías, de los aparcamientos, del espacio para motos y bicicletas, regular la circulación de los nuevos vehículos de movilidad urbana, incentivar el creciente protagonismo de los desplazamientos a pie, conseguir un uso racional del automóvil particular… Todo ello contribuirá a una ciudad amable con sus vecinos, tanto desde el punto de vista de su salud como de su movilidad y de su seguridad vial, y más atractiva para la actividad económica.